lunes, 12 de septiembre de 2011

Las malditas 2 horas II

          Parece que esta vez el País se ha enterado: en efecto son 747 profesores (funcionarios) ayer 9 de septiembre que no están en ninguna parte. Me explico, en la Comunidad de Madrid hay unos 300 institutos. En casi todos ellos se han quitado profesores, al pasar de 18 horas lectivas a 20. El cálculo era quitar los interinos de todo el curso y dejarlos solo para cubrir enfermedades, bajas y fallecimientos. Pero no se sabe si por mal cálculo o aposta ahora "sobran" esos 747. Si descontamos errores, pueden ser unos 500 o 600. Para el que no lo sepa, la semana del 5 al 8 de sptiembre de 2011 es cuando se hace el reparto, esto es, se elige (dentro de lo posible) grupos y niveles. Esos 747 profes no elegirán en un instituto nuevo.  Cabreados, todo el curso muy cabreados no con los directores, con la Lideresa.

         El rumor que corre es que si no se asignan a un instituto no cobrarán los complementos. De unos mínimos 1700 euros al mes, pasarían a cobrar un poco más de 1000. Funcionarios de un cuerpo estatal. Es obviamente mentira. Pero de eso se trata, de liarla. Divide et impera.

         Algo parecido pasa con las llamadas comisiones de servicio humanitarias: enfermedades graves, cuidado de familiares y casos excepcionales que se daban de una manera relativamente objetiva. Según mis cálculos se han dado menos de la cuarta parte.

          La cosa sigue siendo otra. Todo esto podría haberse hecho antes, el cálculo técnico terminará por hacerse, pero el empeño brutal de domeñar al profesorado en un par de meses es lo que está detrás.

             La cosa va de sindicatos, dice la Lideresa y sus portavoces:  El País  y según Público así es. Pero también va de radicales incontrolados estilo kale borroka. Hasta el Mundo lo recoge. Atacan a peregrinos, están "politizados", son sindicalistas o algo peor. 
          
              No es así, misteriosamente los sindicatos están desbordados. No se esperaban nada de esto.  Veamos la cronología: a finales de junio los sindicatos del ramo (incluidos los amarillos ANPE y CSIF) convocan una asamblea en el IES Beatriz Galindo de Madrid. Normalmente estas asambleas son un paripé: va muy poca gente, se pide la unidad y a otra cosa. Todos los cursos se suele convocar una huelga del sector, seguida muy parcialmente.  Otras cosas, como este blog que se llama Soy Pública claman en el desierto, no eran más de 10 personas. Otros foros de protesta son unipersonales, como este que ataca a a Lideresa y defiende a Álvaro Marchesi,  responsable intelectual del genocidio escolar.  Solo acudían ritualmente a las manis y concentraciones un minúsculo grupo de gente, en general más ligados a los sindicatos de clase que a los amarillos. Y a pesar de lo que diga la ultraderecha, los sindicatos pintan poco o nada. Los afiliados son pocos y poco influyentes y son eso, afiliados más por tradición y vago sentido sindical que por militancia. Esto incluye también a los amarillos. La abstención en las elecciones es muy alta como puede verse aquí, que son los resulatdos de las últimas lecciones sindicales de 2010 en madrid  Los partidos ni existen.

         Digamos que la dirección sociopolítica del profesorado se mide como en el resto de la mesocracia: lees El Mundo, o El País, o ninguno. O compras La Razón o Público. Y vota mayoritariamente al PP, como el resto de la población.

           Y con respecto al 15-M es más fácil todavía. Las oleadas de gente que ocupaban Sol y alrededores empezaron semiorganizadas quien sabe por quien, pero inmediatamente fueron organizándose solas (habrá que estudiar esto con detalle algún día) y pasaron a ser de izquierda, vaga, ingenua y magmáticamente, pero de izquierda. Sol era una romería sin partidos, sin sindicatos, sin que los perroflauta o los ocupas o la extrema izquierda lo controlaran. De ahí se aprendieron cosas, por ejemplo, a estar en la calle. Durante años, desde finales de los 70 la gente no se sentaba en la calle, no interrumpía el madito tráfico de coches y no hablaba de política en voz alta. Eso se aprende, que la policía no puede detener a nadie por estar en la calle, que no hace falta autorización, artículo 21 de la constitución:

1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa.
2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.

          Y la gente lo hizo, se sentó a charlar en la Plaza Mayor. Y no solo al botellón. En una cuidad como Madrid sin bancos para sentarse y sin fuentes, la gente se sentó en el suelo y los municipales o nacionales no los multó ni desalojó, excepto en momentos muy determinados, que montaron un gran escándalo.

          Ni 15-M, ni desbordados sindicatos. Los profes cabreados son otra cosa.



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