miércoles, 7 de septiembre de 2011

La lideresa contra los profes. Las malditas 2 horas. (I)

         Todos sabemos ya lo que ha hecho Esperanza Aguirre: ha aumentado el número de periódos lectivos de los profes de secundaria de 18 a 20. Veamos primero qué es eso, a ser posible, explicado para los que no son profes.
         Un profe es un funcionario de tipo A, nivel 24. Esto significa que para poder ser profe hace falta tener un título universitario superior (esto excluía a fisioterapeutas y maestros hasta la bobada del plan Bolonia). Hay alguna excepción, como lo que se llamaban maestros de taller en FP y algunos maestros en los "apoyos", pero son  pocos y restos de una situación anterior. Digo pues que los profes de secundaria (no maestros) son del grupo de licenciados superiores, un aproximado 16% de población en el 2000. Y digo en 2000 ya que las estadísticas en los últimos años se empeñan en no distinguir entre La FP superior, las carreras cortas (maestros, por ejemplo) o técnicas y las superiores. Véase aquí que según el MEC, el 2008 un 29'2 de la población tiene estudios superiores, pero incluye FP superior y cosas parecidas. 
         De esa población salen los profes de instituto. Hasta que se inventaron las comunidades autónomas, un profe opositaba con cierta dureza (las oposiciones no eran fáciles), y se iba a algún sitio lejano o peregrino que podía ser Palencia o Ceuta. Y tras unos años (no demasiados, unos 10 más o menos), solicitando traslados, al final de la juventud estabas en un instituto que te interesaba.
         En los últimos años la cosa varía: las oposiciones dirigidas  por pedagogos. Se hicieron no más difíciles, sino que dependían cada vez más de cosas cada vez más estúpidas. Por ejemplo, durante años en las oposiciones se examinaba, además de lo propio de cada cual, de un temario que correspondía exactamente con el nombre de todas y cada una de la asignaturas cursadas en la facultad de pedagogía. Ahora el plato fuerte es una "unidad didáctica". Ni que decir tiene que también se redujo cada vez más la parte "propia". Cada vez menos temas de conocimientos y más de lo que los pedagogos llaman pedagogía.
         Si a esto unimos que con la invención de las autonomías uno podía no irse de su propia comunidad autónoma. Una cosa es pasarte diez años fuera de Madrid capital y otra cosa es pasarte 10 años en Móstoles o alrededores. Ni que decir tiene que se produjo una avalancha inmediata de profesores de la privada y la de los curas: ganas más, trabajas menos, no te despiden y no te vas muy lejos de tu casa. En las comunidades uniprovinciales, cerquita. Y se feminizó la profesión de profe.(como toda la enseñanza superior)

          Lo que ha hecho Esperanza Aguirre ha sido aumentar en dos horas lectivas -de 50 minutos: total 100 minutos más a la semana- el horario de los profesores, que normalmente estaba en las 18 cono mínimo y las 21 cóm máximo. Ahora son 20 mínimo. No es mucho, la verdad. Es, eso sí, un aumento de trabajo no pactado, dentro de lo legal. Ese es un problema. Pero no pasa nada, con los suledos de los profes, ya lo hizo Rajoy cuando era ministro de administraciones públicas; no cumplió un leve aumento de sueldo ya pactado. Y más tarde Zapatero bajando un 5% el sueldo a todos los funcionarios que dependen del estado. Y los profes son un cuerpo estatal por más que estén transferidos a las comunidades.


       Pero el problema es otro. Hay una cosa que se llama cupo, es decir, el número de profesores que cada centro tiene asignado. Eso lo decide la administración, Lucía Figar, la consejera de la Lideresa. Y si se aumentara el número de horas de cada profe pero se quedaran donde estaban, pues sería casi bueno. Más horas de clase con los mismos profes y los mismos alumnos, se podrían dar más clases con menos alumnos.
        Están además los interinos, que no son funcionarios y cubren las bajas, los permisos, las vacantes y algún otro caso excepcional. Al final del mandato de Gallardón como presidente de la comunidad de Madrid, se llegó a un acuerdo (que se cumplió) por el cual los interinos no serían más del 7% de los profes. Para ello se aumentó el número de plazas en las oposiciones. Eso requirió un buen cálculo técnico y algo más de gasto (los interinos cobran menos que un profe) En los años de Esperanza Aguirre el número de interinos aumentó algo. Con la subida de 2 periódos lectivos se eliminan casi todos los interinos.
         Todo esto parece hasta bien. Además se aumenta el sueldo parcialmente a algunos profes  (aunque algunos como los directores y jefes de estudio y tenían subido el sueldo desde el curso pasado): los directores, nombrados en la práctica a dedo por la administración, y los jefes de departamento, jefes de estudio, tutores (nombrados a dedo por los directores). Ah, y los TIC que merecen un párrafo aparte.
           Los TIC en la práctica son los profes encargados de que funcionen los ordenadores (en algunos casos también hacen la página web del instituto).  Casi siempre son profes de tecnología en su inmensa mayoría ingenieros o profes de informática. La administración así se ahorra el dinero del mantenimiento diario de la informática.
          Parece jodido pero casi racional. El problema, digo, es otro. El aumento de horas significa ahora en septiembre, a principio de curso, que "sobran" profes. Esto es, que en cada centro se van alrededor de entre un 15 y un 20% de profes. Cambian de centro de un día para otro sin planificación un grupo muy importante de profes. Excepto, claro todos a los que Esperanza Aguirre subió el sueldo (excepto los tutores). De un día para otro un sector de la clase media, universitarios todos, si llevaba diez años pongamos por caso en Móstoles, se va a un sitio nuevo en Alcobendas. Miles. Esperanza ha jodido directamente a una masa de universitarios que no pueden ser despedidos, base social del PP que de repente han perdido la tranquilidad.

         Y además los centros no pueden planificar qué hacer ni con quién. Hoy muchos institutos no tienen destinados a los profes. La queja es no tanto por el sueldo o el horario, es que en términos de vida diaria se hace de repente enormemente difícil cosas como atender a los hijos o -ya en plan más lírico- planificar un curso: quien dará esas clases muy difíciles de 1º o 2º de la ESO, seguirá ese profe voluntario que lleva las normalmente raquíticas bibliotecas (con excepciones) ocomo llenar ese hueco imposible del profe raro que aunque era de física y química daba, excepcionalmente bien, las ciencias de 2º.

           Todo esto se podía haber hecho antes, en mayo o junio, pactando un poco. Pero se hizo de golpe y porrazo,en agosto, sin preguntar a nadie. Y lo ques peor, provocando. Diciendo que si los profes trabajan poco. El aire de chapuza y de decisión política y no técnica de costumbre.  Parece que la cosa va de romper el espinazo a los sindicatos (no se negocia ni se consulta con nadie, ni siquiera con los afines al PP). Y desde el mayoritario CCOO y la UGT hasta los "profesionales" CSIF y el mismísimo ANPE están de uñas. Eso sí los cátedros de ANCABA en una delirante política dicen esto. Y mi sindicato amarillo favorito SPES, no dice nada.
           Y también parece que la cosa va de ejemplar escarmiento: La Lideresa ha escogido los profes, como la Thatcher a los mineros o Cospedal a los boticarios.
           Otro día hablo de las asambleas de profes, del desbordamiento de los sindicatos y de como muchos profes que llevan sus hijos a los curas -pagados con dinero de todos- se desgañitan ahora contra el desmantelamiento de la enseñanza pública. El curso ha empezado.