jueves, 28 de octubre de 2010

La payasada de la homeopatía, la pasta, Esperanza Aguirre y la "Huniberrsidaz" de Zaragoza

          La Lideresa ya se gastó muchísima pasta (es decir, donó por la cara dos millones de euros )para un "hospital homeopático". La gilipollez es sangrante, mientras no hay dinero para profes o becas de libros, la tía se gasta una porrada de dinero para restaurar un abandonado "hospital homeopático". El edificio es mono, y está bien rehabilitado, pero también es mono el hospital de jornaleros de Maudes, pero no sirve obviamente de hospital de jornaleros (Hay una cosa que se llama seguridad social). Es decir, se gasta un montón de dinero público, incluido un millón y pico de Caja Madrid para rehabilitar un edificio privado y luego se regala a la "fundación" privada. Eso es dar pasta a los amiguetes. Y lo bueno es que es la homeopatía, la seudociencia más boba de todas. 
           La cosa sigue con que rehabilitan un "hospital" homeopático para que no sea hospital, de hecho había una "consulta homeopática" y, aparte, un hospital de monjitas. Y ahora como no hay hospital (Hay una cosa que se llama seguridad social) se dedica todo ese edificio a "investigación homeopática". Por la patilla. Tres millones y pico. A una seudociencia. 
          Tendrá truco, digo yo. Y lo tiene. Pasen y vean quién estaba allí el Vicario General de Fundaciones del Arzobispado de Madrid y presidente de la fundación. Los curas. Y si miran con cuidado, verán que también está pagado por la empresa vendedora de vacío Boiron, la que regalaba títulos de homeopatía a todo el mundo. Que son los mismos que han pagado una "cátedra" de homeopatía. Lo dice hoy Público y sin recato ni pudor lo dicen los patrones: la empresa que vende azúcar como si fueran medicina.
          Aquí hay varios problemas juntos. El primero es el morro de la Lideresa, empeñada en dar el dinero público a sus empresa amigas. El segundo es que haya en la universidad pública (Más bien huniberrsidaz) cátedras pagadas por las empresas. Repsol fue la primera, creo, pero con la soplapollez de Bolonia habrá más. Seguro. El tercero esla ausencia de control racional en las universidades Y aparte de un mínimo control democrático, seguirá habiendo cada vez más memeces de estas. Es fácil: es dinero por el morro. Los estudiantes que se apunten a estas mamarrachadas obtendrán fácilmente sus créditos sin tener que hacer nada, las huniberrsidadez dinero gratis. Y las empresas, propaganda. En fin.
          

            



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