martes, 15 de junio de 2010

El patético final de un manifiesto

          El manifiesto contra los pedagogos sale aquí ayer en El País (con 3.484 firmas) y aquí (con 3.522 firmas).
         Triste fin de un manifiesto hecho con toda razón contra la pedagogía presentado delante un participante del colectivo Baltasar Gracián pero también del sindicato ANCABA y el mismo acto sirvió de presentación del sindicato amarillo SPES. Si a eso sumamos las incoherencias: hablaba de cátedras, cuando hace años que ni se nombran; pide que no haya promoción automática, cuando ya no la hay -solo es semiautomática-; pide un pacto con el PP, cuando en este momento es obedecer al PP del todo y -lo peor- pide la autoridad de guardia de la porra a los contratados por los curas (como ya ha hecho el otro partido de derechas antiabortista: Unión Progreso y Rosa Díez). 
          En fin, mi visión es esta: una vez que el manifiesto este ha servido como coartada para que el PP diga que es un clamor lo de dar autoridad a los curas. Y dárselo. Era una trampa, claro, un tonto útil. Si tengo razón, Esperanza Aguirre dará autoridad a los curas y el sindicato ese se desinflará muchísimo. Basta comprobar si hay algún alto cargo de Esperanza Aguirre firmando ese manifiesto. En fin. 
         Más interesante puede ser trasladar a España la petición de Mario Bunge: cerrar en Argentina las facultades de psicología. Dicen que lo dice en La Nación, pero en ese artículo solo indica el valor seudocientífico del psicoanálisis.  Aquí se quejan los psicólogos argentinos. Ladran, luego cabalgamos.Cómo mola: pidamos el cierre de las facultades de pedagogía y la supresión de los departamentos de "didáctica de..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario